Pandemia: entre el mundo viejo que no termina de morir y el nuevo que no termina de nacer

El neoliberalismo como expresión más inmediata del capitalismo ha reinado de manera ininterrumpida sobre el mundo occidental los últimos 30 años. Sin embargo, la crisis 2008 dio paso a una creciente frustración de parte de los sectores populares contra las políticas de libre mercado. Ante la inoperancia de la Izquierda, y la tenaz resistencia del centro político liberal a cualquier reforma que saliera de la ortodoxia en crisis, la extrema derecha aprovechó esta frustración para levantar candidatos y causas que reflejaran sus políticas.

por Nicolás Ortiz Ruiz

Imagen / Protesta en Pennsylvania por el fin del seguro de cesantía en Estados Unidos. Fuente.


La Pandemia es hasta la fecha el evento de mayor relevancia en los últimos 20 años. En tan sólo unos meses, Covid-19 se ha esparcido en todos los rincones del mundo matando a millones de personas, obligando a países completos a refugiarse en cuarentena y paralizando gran parte la economía mundial.

Existen diferentes interpretaciones para el fenómeno, sin embargo no cabe ninguna duda de que este es un evento que marca un antes y un después en el transcurso histórico mundial. Dentro de la reflexión académica pareciera desplegarse dos posibles caminos: por un lado, la aceleración del proceso de dominación por parte de los países asiáticos como lo sugiere Byung-Chul Han [1], donde las libertades básicas asociadas al liberalismo se irán erosionando hasta llegar a un modelo de sociedad asiático. Por otro lado, el derrumbe definitivo del sistema neoliberal capitalista que posibilitará el advenimiento del comunismo como lo plantea Zizek [2].

Si bien es posible encontrar mérito en ambos argumentos, la historia enseña que previo a un giro paradigmático de esta magnitud, sobreviene un período de inestabilidad. En este período, el sistema hegemónico va acrecentando sus contradicciones, dando paso a crisis constantes hasta su eventual colapso. Gramsci define a estos momentos como interregnum, entendido como el período que se encuentra entre dos sistemas hegemónicos, donde las elites atraviesan una crisis orgánica ante su inhabilidad de brindar sustento ideológico y político al orden establecido. Estos períodos se caracterizan por un alto grado de inestabilidad en tanto las contradicciones del orden de explotación se aceleran, dando paso a catástrofes globales. O como lo plantea Gramsci: “El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos”.

La pandemia es sin lugar a duda el monstruo más terrible que se ha manifestado a la fecha, sin embargo, no es en si el problema más acuciante sino la expresión actual de una confluencia de crisis que se están empezando a manifestar. En efecto, Covid-19 da cuenta de la aceleración de la crisis del neoliberalismo en múltiples formas, en esta columna me refiero a 3 dimensiones que considero como las más relevantes: una ambiental, otra económica y una política.

La crisis ambiental es quizás la más preocupante. Como se ha manifestado de manera urgente, el sistema de explotación y su uso de recursos naturales está teniendo un efecto no sólo en el clima, sino que también en aspectos tan relevantes como la pérdida de biodiversidad en el mundo. Este último punto es crucial para entender la gravedad de Covid-19. Como señala el biólogo evolutivo Rob Wallace[3], la agroindustria y otras industrias extractivas se han transformado en peligrosos focos de proliferación de patógenos. Estas industrias han invertido de manera creciente en la compra de terrenos que bordean o son parte de bosques y selvas primarias provocando desforestación, desarticulando las economías, formas de manejo del paisaje tradicionales y quebrando las defensas naturales contra los virus que habitan en ecosistemas primarios periféricos. Por otro lado, se han multiplicación de grandes granjas industriales, donde el ganado es encerrado en pequeños espacios permite la proliferación y evolución de enfermedades con características tremendamente peligrosas, facilitando el traspaso desde el ganado a sus trabajadores y finalmente a la población en general. En este sentido, si es que el modelo de agronegocios se mantiene en su estado actual, es posible anticipar el surgimiento de nuevas pandemias de igual o mayor gravedad a la que enfrentamos en la actualidad.

Otro aspecto de interés que ha mostrado la pandemia es el alto nivel de inseguridad en la cual se encuentra la gran mayoría de los/as trabajadores/as a nivel mundial. Con el aumento de la tecnificación y la globalización de la producción, parte importante de las oportunidades de trabajo se concentran en el sector de servicios, sector caracterizado por una inestabilidad e inseguridad laboral creciente y dominado por la economía informal. De acuerdo con datos de la OIT [4], para el 2018, un 61% de la población mundial se desempeña en el mercado informal. En el caso de Chile [5], el trimestre previo a la cuarentena (Enero-Marzo 2020) la tasa de informalidad alcanzó un 28,9%, es decir, cerca de un tercio de los/as ocupados/as. Esta situación se vuelve aún más preocupante cuando se toma en consideración de que producto de las cuarentenas, parte importante de esos empleos se perdieron, lo cual explica en parte la altísima tasa de desocupación en el trimestre abril-junio 2020 (12,2%). Esta realidad amplificó la crisis sanitaria, desnudando la profunda precariedad en la cual vive parte importante de la población, no sólo en Chile, pero a nivel mundial.

La tercera dimensión en crisis es política. El neoliberalismo como expresión más inmediata del capitalismo ha reinado de manera ininterrumpida sobre el mundo occidental los últimos 30 años. Sin embargo, la crisis 2008 dio paso a una creciente frustración de parte de los sectores populares contra las políticas de libre mercado. Ante la inoperancia de la Izquierda, y la tenaz resistencia del centro político liberal a cualquier reforma que saliera de la ortodoxia en crisis, la extrema derecha aprovechó esta frustración para levantar candidatos y causas que reflejaran sus políticas. Es de esta manera como en el transcurso de un par de años bajo una plataforma nacionalista Brexit se transformó en realidad, Donald Trump es elegido, Bolsonaro gana las elecciones en Brasil y Boris Johnson es asume como primer ministro en Reino Unido. Esta pandemia ha demostrado ha demostrado la completa inoperancia de estos liderazgos, dando paso a tragedias sanitarias que se mantienen en desarrollo, y confirmando que este giro autoritario-nacionalista tiene poca o ninguna capacidad de responder a las frustraciones de las clases populares.

Las problemáticas anteriormente mencionadas tienen en común una característica fundamental: todavía no es posible vislumbrar una alternativa real que sea capaz hacer frente a las circunstancias. La crisis ambiental se mantiene en la medida en que las agroindustrias y el complejo entramado del capitalismo mundial es un negocio lucrativo por el cual están dispuestos a traspasar catastróficas externalidades a la población en general. Respecto a la crisis económica-social, todo hace presuponer que el avance de la automatización va a absorber cada vez más trabajos poco calificados, lo cual va a seguir empujando a los sectores empobrecidos a trabajos cada vez más precarios o la informalidad. Finalmente, la crisis política se mantiene en tanto la Izquierda se mantiene dominada por un centro que está comprometido con la ortodoxia neoliberal. En este sentido, medidas razonables y urgentes como el “Nuevo Trato Verde” (Green New Deal) y el ingreso mínimo universal (Universal Minimum Wage) no logran traspasar la barrera de la marginalidad, impidiendo la formación de un proyecto político capaz de brindar una alternativa a la crisis que enfrentamos.

Este es quizás el elemento más peligroso de la actualidad. A diferencia de períodos de inestabilidad anteriores, no se vislumbra una alternativa social y política que pueda hacer frente a este escenario[6]. Entre 1914 y 1945 el mundo vivió una situación similar, donde el desgaste del capitalismo de libre mercado llevó al mundo a 2 guerras mundiales, acompañadas por una pandemia (la gripe española) y una revolución socialista (La Revolución Soviética). Irónicamente es esta última fue quizás la gran salvación del orden, en tanto le brindó tanto un enemigo como un espejo con el cual compararse, permitiendo la introducción de las medidas desarrollistas y el estado de bienestar que caracterizó a la economía mundial de postguerra.

La coyuntura actual encuentra al capitalismo sin ningún referente con el cual compararse y con instituciones internacionales fuertemente comprometidas con el proyecto neoliberal. Como lo señala Wolfang Streeck [7], uno de los mayores problemas actuales es justamente la infraestructura institucional globalizada, que no sólo defiende las políticas de libre de mercado, sino que penaliza a quienes no las cumplan. El mejor ejemplo de esto es Grecia, país que buscó implementar medidas distintas a la ortodoxia neoliberal, pero que no pudo resistir los embates de la Troika (Unión Europea, Banco Europeo y Fondo Monetario Internacional). Frente a este escenario, Streeck vislumbra un futuro poco auspicioso, donde el capitalismo neoliberal sigue aplicando las mismas recetas agravando sus propias crisis.

La pandemia que nos afecta actualmente es una tragedia histórica sin lugar a dudas, pero puede que sea el inicio de un período de crisis constantes de igual o peor magnitud. En este sentido es necesario enarbolar un proyecto de superación del capitalismo capaz de brindar posibilidades de subsistencia sustentable no sólo en términos sociales, sino que ambientales.

Mis agradecimientos a Luis Andueza por sus comentarios al texto.

 

[1] «La emergencia viral y el mundo de mañana. Byung-Chul Han, el filósofo surcoreano que piensa desde Berlín», El País, 2020, https://elpais.com/ideas/2020-03-21/la-emergencia-viral-y-el-mundo-de-manana-byung-chul-han-el-filosofo-surcoreano-que-piensa-desde-berlin.html.

[2] «Los efectos de la crisis según Zizek: “No habrá ningún regreso a la normalidad”», La vanguardia, 2020, https://www.lavanguardia.com/libros/20200507/481007665603/zizek-pandemia-libro.html.

[3] Rob Wallace, «Capitalist agriculture and Covid-19: A deadly combination», Climate and Capitalism, 2020, https://climateandcapitalism.com/2020/03/11/capitalist-agriculture-and-covid-19-a-deadly-combination/?fbclid=IwAR3dsLOwSYB97HvBXQqUh1jHKVDV0Fy_p7Jygrw6Loj31kcjZbrfkVAirr0.

[4] «Mujeres y hombres en la economía informal: Un panorama estadístico. Tercera edición», 2018, https://www.ilo.org/global/publications/books/WCMS_635149/lang–es/index.htm.

[5] INE, «Informalidad y condiciones laborales», 2020, https://www.ine.cl/estadisticas/sociales/mercado-laboral/informalidad-y-condiciones-laborales.

[6] Rune Møller Stahl, «Ruling the Interregnum», Politics and Society, 2019.

[7] How will capitalism end?, Primera (London: Verso, 2017).

 

Bibliografía

Han, Byung-Chul. «La emergencia viral y el mundo de mañana. Byung-Chul Han, el filósofo surcoreano que piensa desde Berlín». El País, 2020. https://elpais.com/ideas/2020-03-21/la-emergencia-viral-y-el-mundo-de-manana-byung-chul-han-el-filosofo-surcoreano-que-piensa-desde-berlin.html.

INE. «Informalidad y condiciones laborales», 2020. https://www.ine.cl/estadisticas/sociales/mercado-laboral/informalidad-y-condiciones-laborales.

OIT. «Mujeres y hombres en la economía informal: Un panorama estadístico. Tercera edición», 2018. https://www.ilo.org/global/publications/books/WCMS_635149/lang–es/index.htm.

Stahl, Rune Møller. «Ruling the Interregnum». Politics and Society, 2019.

Streeck, Wolfgang. How will capitalism end? Primera. London: Verso, 2017.

Wallace, Rob. «Capitalist agriculture and Covid-19: A deadly combination». Climate and Capitalism, 2020. https://climateandcapitalism.com/2020/03/11/capitalist-agriculture-and-covid-19-a-deadly-combination/?fbclid=IwAR3dsLOwSYB97HvBXQqUh1jHKVDV0Fy_p7Jygrw6Loj31kcjZbrfkVAirr0.

Zizek, Slavoj. «Los efectos de la crisis según Zizek: “No habrá ningún regreso a la normalidad”». La vanguardia, 2020. https://www.lavanguardia.com/libros/20200507/481007665603/zizek-pandemia-libro.html.

Nicolás Ortiz Ruiz
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Doctor en Sociología de la University of Essex, Reino Unido e investiador de postdoctorado en la Universidad Católica Silva Henríquez.