Tres citas a la maternidad y el aborto clandestino en Chile

A raíz del gran interés que año a año levanta en nuestro país y continente el Día Internacional de la Madre (10 de mayo), como activistas latinoamericanas por el aborto libre no quisimos dejar pasar la oportunidad de reflexionar públicamente acerca del vínculo existente entre maternidad y aborto en aquellos contextos de ilegalización de esta práctica y derecho reproductivo más allá de las causales mínimas de violación, riesgo de vida de la madre e inviabilidad del feto. Nuestro fin es dar visibilidad por medio del posicionamiento de nuestras cuerpas y voces activistas en plena pantalla, haciendo accesibles sus historias a todas aquellas que quieran imaginarse o verse reflejadas en ellas.

por Colectiva Acuerpar

Imagen / Portada del fanzine Yo aborté, Colectiva Acuerpar 2018.

A raíz del gran interés que año a año levanta en nuestro país y el continente el Día Internacional de la Madre, como activistas feministas latinoamericanas en lucha un aborto libre, seguro y gratuito no quisimos dejar pasar la oportunidad de reflexionar acerca del cordón verde que une aborto y maternidad. No por mero capricho, por cierto, sino que porque reconocemos en la exigencia por la legalización del aborto y en la construcción de maternidades libres una misma y necesaria lucha. A través de la visibilización de testimonios de mujeres que siendo madres decidieron abortar fuera de las tres causales permitidas en nuestro país (violación, riesgo de vida de la madre e inviabilidad del feto), buscamos que sus memorias engarzadas en nuestras voces, que sus pieles imaginadas en las nuestras, ingresen a un relato colectivo y público sobre el aborto en Chile. Una historia que debido a su opacidad suele imaginarse en trayectorias y cuerpas jóvenes, pero cuya realidad es tan diversa y extendida como lo son nuestras propias vidas, y por supuesto también existente entre mujeres que ya son madres.

Por medio del posicionamiento de nuestras cuerpas y voces activistas en plena pantalla, buscamos hacer cercanas a la espectadora/or ciertas historias recolectadas en nuestros encuentros con mujeres, en cuya polifonía puedan imaginarse o verse reflejadas/os. Nuestro objetivo es en primera instancia abrir el sentido social del aborto y, a partir de experiencias concretamente existentes, recomponer una imagen pública de esta práctica desde su condición de ejercicio libre y soberano de autodeterminación de nuestras cuerpas, más allá de la estigmatización conservadora del aborto devenida de su ilegalización para el total de las mujeres.

Desde esta condición política del presente y la desigualdad con que a diario las instituciones del Estado reproducen lógicas patriarcales de estigmatización y exclusión, la acción realizada por la Colectiva Acuerpar busca también visibilizar otros abusos de autoridad y restricciones a nuestra libertad y derechos por el solo hecho de ser mujeres. La persistencia de la impunidad frente al creciente número de femicidios y atentados lesbofóbicos / contra las diversidades sexuales; la respuesta ausente ante el reclamo de cientos de madres por el paradero de sus hijas e hijos desaparecidos durante la dictadura cívico-militar chilena; y la revictimización / violencia simbólica sufrida en los tribunales de familia por miles de mujeres que son calificadas como “malas madres” por el sólo hecho de querer salir de las estructuras familiares tradicionales son algunas de las condiciones de precarización en la vida de las mujeres que reconocemos como verdaderas heridas históricas. En el levantamiento reciente de estas problemáticas en la esfera pública por parte del feminismo, reconocemos la presencia en lucha de un sinnúmero de organizaciones feministas a las que también queremos saludar y celebrar hoy. Las saludamos por ser -en muchos casos- el único respaldo, contención, defesa y sustento tras cientos de madres a las que el orden de mercado ha postergado de manera indefinida.

“Estaba feliz con mi Óscar y mis dos maravillosos hijos, y siempre quiero tener más. En los pocos momentos de intimidad, debo recalcar que eran muy pocos, me embaracé y lo supe de inmediato.

Juntes resolvimos abortar. No era el momento nomás. En nuestro departamento, durante toda la noche estuvimos abortando, mirando la carita de nuestros hijos, y rogando que no despertaran, para que no vieran a la mamá sangrando las culpas y llorando los temores.”

“La soledad impregnaba mi alma. Pensaba que tendría el apoyo de mi compañero, pero el miedo se hizo presente al darme cuenta de lo contrario. Llegado el día de hacer lo indicado, me sentí mala, cruel, pecadora y asesina. Jamás lo olvidaré… Jamás había compartido mi sentir hasta hoy. Hoy que soy madre, hoy que todo debe cambiar, para mí y para todas.”

“Supe que lo estaba después de varios vómitos por la mañana y demasiados test que lo confirmaban. Supe que abortaría cuando acepté que mi vida no estaba en condiciones para una crianza y cuando admití, como mujer, que no quería… En la soledad del cité que arrendaba, cuatro pastillas, una sucia vela y un condón regalado fueron los medios para terminar de una vez con todo. Desde que me introduje las pastillas he pensado -convencida- que es lo más peligroso que he hecho con mi cuerpo.

Sueño por el día que sea ley, que ninguna otra pase por la oscuridad de mi experiencia, sino que cuente con una mano amiga, que sea decisión, que esté informada y acompañada. Lucho por todas, lucho por una maternidad libre.”

La trilogía completa de Madres que abortaron está disponible en el canal de YouTube de Acuerpar, así como en sus perfiles públicos en Instagram y Facebook.