Editorial #19. Avances, derrotas y pronósticos

por Comité Editorial Revista ROSA

Y a pesar de todo lo que ha ocurrido, la izquierda, dentro y fuera del Gobierno, tiene potencia y posibilidades de avance. Primero, porque se demuestra la imposibilidad de avances políticos progresistas sin el soporte en las mayorías populares. Los resultados electorales son una prueba y resultado de ese apoyo, no la forma en que se construye el mismo. De esta forma, existe un persistente apoyo a las opciones de reforma radical de salida del neoliberalismo, en importantes sectores del país, especialmente entre las clases populares. Pero este apoyo no es ideologizado ni con una lealtad a fuego. Y es que nunca lo es, y ese apoyo debe construirse con un Gobierno y una izquierda que hagan todo lo posible por mejorar sus condiciones de vida. Continuar leyendo

Editorial #18. Nuevo ciclo, nuevos aprendizajes populares

por Comité Editorial ROSA

Luego de 4 años de revuelta, pandemia, un sinnúmero de campañas, elecciones y plebiscitos, convenciones y consejos constitucionales, la multiplicación del padrón electoral y el agotamiento institucional, las debilidades estructurales del modelo chileno no fueron resueltas y se mantienen, aunque sea de manera disimulada. Continuar leyendo

En defensa de la crítica, en defensa de la izquierda. A Cinco años del nacimiento de Revista Rosa

por Felipe Ramírez

Cuando los desafíos políticos ponen en tensión a los partidos como herramientas de transformación social, el debate y la discusión abierta y con profundidad es el mejor mecanismo para arribar a propuestas que nos permitan diseñar estrategias y tácticas para superarlos. Por el contrario, el anquilosamiento y la reacción conservadora, el silenciamiento del debate y la reducción de las voces críticas mediante subterfugios, son sólo un atajo para la burocratización y la reducción de los partidos a meras máquinas electorales y oportunistas. Continuar leyendo

Editorial 17. Fin de ciclo: Un largo camino, de nuevo “en contra”

por Comité Editorial Revista ROSA

Solo queda movilizarnos por un rechazo de masas y por izquierda contra el proyecto actual. Se debe llamar a votar “En Contra” y enfatizar en los elementos más reaccionarios de la agenda integrista, fascista y antipopular que representa, de manera tal de que sirva como elemento movilizador y politizador. Por esa vía, desfondar la presión conservadora que se mantiene desde la derrota del 4 de septiembre de 2022. Continuar leyendo

Editorial #16: No hay más salida que el conflicto

por Comité Editorial Revista ROSA

Aunque la tentación de criticar los errores comunicacionales, existentes y brutales, puede ser grande y llamativa, el problema es de fondo. La izquierda en el Gobierno ha hecho poco y nada por mostrarse más leal a las mayorías populares que la eligieron que a las odiadas y corruptas clases dirigentes, en la política y los negocios. Elige alianzas de siglas moribundas antes que alianzas sociales con las clases populares para construir la fuerza política de la que carece. Ante ese desprecio, que ya se parece mucho al de la derecha o la Concertación, mucha gente, identificada con la izquierda, prefiere el éxodo electoral, vía anular o no votar, antes que votar por el fascismo. Otros, menos comprometidos, simplemente siguen rechazando, ahora votando Republicano. Continuar leyendo

Editorial #15. A un año de gobierno de izquierdas en Chile (o de cómo conseguir un problema honesto)

por Comité Editor Revista ROSA
¿Cómo resolver la inmovilidad del Gobierno? ¿Cómo hacer frente al acoso constante de la derecha y a su trabajo global que es la obstrucción y la producción de desorden?¿De qué forma se podría revertir la parálisis intelectual de las izquierdas, el entumecimiento de sus cuadros más preparados y la desmoralización constante que provoca protagonizar y después tener que defender una estrategia política que consiste solo en ceder y retroceder? Continuar leyendo

Editorial 15. ¿Cómo llegamos a esto?

por Comité Editorial Revista ROSA

La distancia social y luego la sobreideologización de clase, se volvieron casi naturaleza entre la izquierda en el Gobierno. Si antes, debido a su ausencia en la arena electoral y el parlamento, la izquierda se apoyaba en la movilización social para destrabar conflictos; ahora ya no recordaba esa palanca, y ante la derrota electoral no pudo ni tuvo intenciones de producir algún hecho político. Simplemente se sentó a negociar con la derecha como si el resultado del 4 de septiembre fuera el único y total hecho político existente. Concedió así toda iniciativa, todo poder, algo inaudito para fuerzas que habían llegado a ser Gobierno desde las marchas en la calle en menos de una década, o bien que se enorgullecían de llevar más de un siglo de luchas en su historia. No hubo llamados a la movilización social para defender la democracia del proceso, no hubo intentos dignos de patear la mesa con una derecha delirante para esperar mejores condiciones, simplemente el único universo políticamente válido que imaginan en Apruebo Dignidad son los otros partidos del parlamento, y aquellos como Amarillos que la elite y El Mercurio le dicen que deben ser oídos. Continuar leyendo

Editorial #14. Porque ahora no estoy solo, porque ahora somos tantos

por Comité Editorial Revista ROSA

Si gana el Apruebo, habrá ganado la gente y su iniciativa a pesar de los medios, las encuestas y una élite política defensiva. Se abrirá entonces una nueva oportunidad, tal vez la última, para que abandonemos una política burocrática y anquilosada en la institucionalidad estatal. Se hará evidente, esperamos, que para la política de izquierda los principales aliados han sido y seguirán siendo siempre las mayorías populares. De triunfar el Apruebo, la condición de implementación de la agenda constitucional no será la de los acuerdos burocráticos, sino aquella capaz de empujar los cambios que promete la Nueva Constitución: la iniciativa de la ciudadanía organizada. Es necesario y urgente que el Gobierno honre el triunfo otorgado por la gente común convocándola por fin a la política, haciéndola parte de su proyecto como actor principal. Si el pueblo nos otorga un triunfo, es de esperar que la política de un gobierno de izquierda asuma el riesgo que implica hacer política para las mayorías y no para la tranquilidad del capital o la estabilidad a los partidos. Continuar leyendo

Asumiendo el conflicto. Anotaciones al Editorial #13 de Revista ROSA

por Rogelio Vilches

Pese a su visión crítica, el editorial resucita el frente único más allá de la lucha de clases, cuando afirma: ‘Se debe propiciar y no temer la construcción de una mayoría social activa que sostenga esas transformaciones. Sólo en esa dirección, y debido al potencial que esa fuerza tiene para hacer avanzar estos intereses, es que cobra sentido político el acto de defender al gobierno’. Al usar categorías como mayoría social el polo rojo persiste en los viejos errores de la izquierda de usar seudo-categorías que ocultan las relaciones de clase. Desde los tiempos de la Komintern estalinista, con su interpretación del frente único, estas seudo-categorías sólo han servido para poner al proletariado bajo la hegemonía de la pequeño-burguesía. Es el fetichismo de la democracia que cree que la lucha política se resuelve por el que tiene más votos. ¿Defender al gobierno? Defender al gobierno en la medida que ayude a potenciar el polo rojo. Si no, mostrar sus contradicciones y a dónde lo llevan el desarrollo de las mismas. El polo rojo no defiende gobiernos, conduce a los trabajadores en su organización independiente de los partidos y movimientos de la pequeño-burguesía, para que tomen el poder político y revolucionen el Estado y las relaciones de producción.  Continuar leyendo

Editorial #13: Asumir el conflicto

por Revista ROSA

Con el inicio de las sesiones constituyentes, el conflicto social refundacional que este órgano encauzaba se pausó caricaturescamente hasta el siguiente hito electoral. Mientras tanto, la derecha y parte de la Concertación fueron aprendiendo –más por obligación que por decisión– que el conflicto sigue abierto y en disputa día a día. El comando del Rechazo lleva más de un año armado, boicoteando el proceso, dificultando los cambios, mintiendo y acumulando fuerza social y electoral. Al frente no existe un comando por el Apruebo (¿o sí?), y quienes podrían ser parte de este esfuerzo llevan casi un año dejando pasivamente que la Convención Constitucional funcione aislada de la realidad, elaborando noticias con bajas tasas de lectoría, pero que reverberan con banal entusiasmo en nuestro círculos cada vez más homogéneos. Adoptar una postura así de defensiva y aislada después de triunfos electorales combinados con muestras de lucha social, resulta inexplicable excepto por el total agotamiento del marco conceptual, táctico y estratégico de lo que hemos construido en esta última década. Justo en el momento en que precisamos de contenido para una ofensiva, para la más importante desde el fin de la Dictadura, nos percatamos de que el significante que veníamos utilizando estaba vacío. Continuar leyendo